Take it all
SINOPSIS: Remake modernizado de 8 y medio, de Fellini, sobre las reflexiones vitales, a nivel personal y profesional, de un conocido director de cine, Guido Contini (Day Lewis). Varias mujeres le atormentan, entre ellas su esposa (Cotillard), su amante (Penélope), su madre (Loren), su musa (Kidman), su diseñadora de vestuario y confidente (Judi Dench) y hasta una periodista americana que le persigue (Hudson). Todo ello mientras intenta centrarse en la producción del musical 'Nine'.
Confirmado, el musical con el que Rob Marshall homenajeó a Bob Fossé en 2002, Chicago, me pareció excelente, y ahora Nine me gusta muchísimo. Es una sofisticada y lujosa adaptación de la obra de Broadway. El tan criticado estilo de Marshall convierte Nine en algo parecido a un spot de perfumes y calzado de dos horas, con sus tomas de un segundo de duración y sus planos americanos. El objetivo de esta puesta en escena es doble, esconder por un lado las posibles fallas en las coreografías del reparto, y por otro, dar agilidad a los números musicales. Sin embargo no por ello me parece en absoluto un cineasta pobre o torpe.
Nine es un trabajo de cine afortunadamente ligero, sin carga de pretensiones trágicas, quizá por eso prescindible, pero un espectáculo plenamente disfrutable de principio a fin. Desde su apertura, con un maravilloso número coreografiado de música sin letra que sirve como emotivo homenaje a todos los profesionales que participan en el film. Hasta su cierre, con el magnífico duelo final entre dos actores impresionantes, los mejores dentro de este carrusel de estrellas, Marion Cotillard y Daniel Day Lewis.
Las actrices restantes se esfuerzan en encontrar su lugar en una obra que siempre está rendida a la figura de la esposa de Guido Contini, Luisa. Nicole Kidman y Sophia Loren están artificiales y acartonadas. Penélope Cruz y Kate Hudson contrarrestan con frescura y espontaneidad. Y aunque por problemas de guión todos los personajes son bastante planitos y lineales, Marion Cotillard concede a su personaje de Luisa Contini una profundidad de la que carecía el libreto. Ríe, llora, canta, baila. Y culmina la jugada con su transformación final en el desgarrado número de Take It All. Cotillard está sobresaliente en Nine, una película que pedía a gritos una estrella que diese réplica a la presencia arrolladora e imponente de Daniel Day Lewis.