martes, 30 de marzo de 2010

Lo mejor del 2009

10.- Un tipo serio (Hnos. Coen)


El tebeo de un suburbio del Minneapolis de finales de los 60, con el que los Coen presumiblemente se identifican y que describen con un cinismo recargado. (...) El corte a negro final más seco, fino y devastador del año. La confirmación de que los Coen pueden hacer lo que les venga en gana y se están quedando con nosotros. Porque un tornado va a llevarse por delante a nuestros protagonistas. El dedo de Dios apuntando a la gris cabezota de Larry Gopnik, que solo pretendía ser A Serious Man.

9.- Un profeta (Jacques Audiard)




La puesta en escena transparente de las imágenes de Audiard pasa completamente desapercibida al tiempo que se ajusta a su texto. El corazón de Un profeta lo lleva un debutante y joven actor, Tahar Rahim, soberbio a lo largo de la progresión de su personaje. Él pone la sangre caliente a una película fría e inteligente, pausada. Y con una sola fuga de la narración, la anécdota que da título a la obra.

8.- Señales del futuro (Alex Proyas)



Luego dirán que no me arriesgo. Para los amantes del sci-fi, Señales del futuro no es un producto olvidable, y no lo es porque Alex Proyas rueda con la eficacia y la marca de un Alfonso Cuarón o de un Spielberg. Encajando magníficas set pieces dentro de un total de intriga y misterio en favor del género fantástico. Protagonizada por Nicolas Cage, el actor más torpe, esquivamente torpe, de toda una generación. Es decir, un icono.

7.- Nine (Rob Marshall)




Un espectáculo plenamente disfrutable. Penélope Cruz y Kate Hudson contrarrestan con frescura y espontaneidad. Marion Cotillard está sobresaliente en Nine, una película que pedía a gritos una estrella que diese réplica a la presencia arrolladora e imponente de Daniel Day Lewis. Una sofisticada y lujosa adaptación de la obra de Broadway.

6.- (500) Days of Summer (Marc Webb)



¿Una comedia romántica sobre lo que NO es el amor? (500) Days of Summer es una rareza de esas que de vez en cuando nos regala la industria norteamericana. Imperdible y necesario vuelco al género, con una realización fresca, imaginativa y moderna, en la línea de Sofia Coppola o Spike Jonze. La pareja protagonista (Joseph Gordon-Levitt y Zooey Deschanel) gasta un feeling sorprendente. Especial atención a la mejor pantalla partida que se ha usado en un tiempo: los títulos de crédito iniciales. Madera de clásico.

5.- Donde viven los monstruos (Spike Jonze)



Un texto fantástico, una obra sobre la infancia, sobre los monstruos del armario, una obra que nos habla de nuestros niños, no de esos mocosos que nos arruinan el parquet, no de los que tenemos o vayamos a tener, sino de los que llevamos por dentro. Y nunca entra en la ñoñería, es inteligente siempre y cruel a veces. (...) El diseño de los monstruos es una gozada de la técnica, sus movimientos y sus facciones se ajustan a la perfección a la sutileza de las voces que esconden. (...) Es una miniatura fabulosa. Una joya rara y conmovedora.

4.- Los abrazos rotos (Pedro Almodóvar) 
 
El director manchego se mueve ya en otra esfera, la de la genialidad domada, y desde ahí arriba (casi) todo parece intocable. (...) La puesta en escena es magistral y nos regala un par secuencias memorables, a elegir, entre la revelación de una infidelidad a través de la lectora de labios, los encuentros apasionados entre Penélope y Homar, o la forzada agitación sexual bajo sábanas blancas que ya quisiera para sí el mejor Rossellini. (...) Oda de amor ciego a su actriz, Penélope.

3.- Inglorious Basterds (Quentin Tarantino)


Tanto el personaje del coronel nazi Hans Landa (magnífico Christoph Waltz) como la escena brutal que abarca todo el primer capítulo se encuentran entre lo mejor escrito (e interpretado), planificado (y rodado) de la carrera de Tarantino. Christoph Waltz está memorable en la piel del coronel Hans Landa, va y viene, sube y baja, cambia de tono y cambia de registro. (...) Inglorious Bastards funciona de maravilla en sus momentos de lirismo.
 
2.- El secreto de sus ojos (Juan José Campanella)


La genialidad de El secreto de sus ojos desdobla la personalidad del cineasta, para encontrarse con Wong Kar-Wai o Park Chan-Wook. Los encuadres, la cámara que persigue y atosiga a la acción, el gusto por el detalle. (...) Un guión magnífico no necesita encerrarse en un género. Las líneas de diálogo parecen escupidas con vicio y tango por cada uno de los espléndidos actores. (...) Campanella nos regala el momento de cine más espectacular y memorable del año, un majestuoso plano-secuencia que parte desde la luna de Avellaneda para desembocar en una vibrante y eléctrica persecución en el estadio de fútbol del Racing.

1.- Antichrist (Lars von Trier)

Exorcismo en una sala oscura. Por fin, el genial (y difícil) talento de Von Trier abraza la excelencia técnica. Conserva sus rasgos habituales de puesta en escena pero demuestra una sabia evolución. La intensidad del drama se levanta sobre ese tour de force interpretativo tan contundente como excepcional. Impresionante trabajo de Charlotte Gainsbourg, desgarradora. Obra maestra descomunal.

jueves, 25 de marzo de 2010

Votaciones 2009

Qué satisfacción me da escribir en este blog con lo bien que os estáis portando, me alegro mucho de vuestra colaboración. Gracias a Fernando, a Alfonso y a Fonsito, gracias a Álvaro, a Manuel, y gracias a Carlos, a Paula y a Anita. Gracias a ti, que sé que me estás leyendo.


Trecce (http://eldardodelapalabra.blogspot.com/):

El secreto de sus ojos
Malditos Bastardos
Watchmen
V.O.S.
Celda 211

Álvaro Tercero (http://cincoyaccion.blogspot.com/):

Celda 211
Donde viven los monstruos
Malditos Bastardos
Nine
Avatar

Fernando Llamazares (http://reflexacuentagotas.blogspot.com/):

Up
Gran Torino*
Slumdog Millionaire*
El curioso caso de Benjamin Button*
Bienvenidos al norte*

Jon Nieve:

Malditos Bastardos
Resacón en las Vegas
Celda 211
Avatar
Paranormal Activity

Courtnee (http://losabrigosdeyadira.blogspot.com/):

El Erizo
El secreto de sus ojos
Los abrazos rotos
El juego del ahorcado
Gordos

Manuel Garrote (http://elcaballlerodelatristefigura.blogspot.com/):

Malditos Bastardos
Bienvenidos a Zombieland
Resacón en las Vegas
Avatar
Celda 211

Ana Valiente (http://anitavaliente.blogspot.com/):
 
Precious
Gran Torino*
Slumdog Millionaire*
El curioso caso de Benjamin Button*
The Reader*
 
*Algunos son más chulos que un 8 y votan películas del 2008.

Las ganadoras:

1.- Malditos Bastardos (Quentin Tarantino) - 4 votos
2.- Celda 211 (Daniel Monzón) - 4 votos
3.- Avatar (James Cameron) - 3 votos
4.- El secreto de sus ojos (Juan José Campanella) - 2 votos
5.- Resacón en Las Vegas (Todd Phillips) - 2 votos

martes, 23 de marzo de 2010

The Blind Side (2009)

La vista gorda de la Academia


SINOPSIS: Basada en hechos reales, narra la historia de Michael Oher, un joven afroamericano sin hogar que encuentra ayuda y cobijo en una familia blanca, dispuesta a prestarle el apoyo necesario para que pueda desarrollar todo su potencial, tanto para triunfar como jugador de fútbol americano como en la vida. (Filmaffinity)

Mediocre film de sobremesa. Con una Sandra Bullock (actriz que en su momento poseía una gran vis cómica y simpatía) que aquí se siente falsa, insulsa, impostadamente rubia, muy mediocre, como todo en esta película. Correctita, pero pesada y alargada sin necesidad hasta los 130 minutos. Es el típico drama de superación y la típica comedia buenrollista mezclada con los tópicos del deporte y del racismo. Es decir, todo un hallazgo... Y la Academia a su rollo. Oscar para Sandra Bullock, en uno de sus trabajos más flojos, y nominación a mejor película. Tan previsible como The Blind Side.


viernes, 19 de marzo de 2010

Shutter Island (2010)

Y mucha agua



Luces fuera. Niebla. Náuseas. Y mucha agua. Empieza Shutter Island. Un hospital psiquiátrico, que funciona también como prisión, en medio de una isla inaccesible rodeada de acantilados. Donde nadie parece decir la verdad. El agente Teddy Daniels llega para investigar la desaparición misteriosa ¿aunque qué desaparición no lo es? de una peligrosa mujer demente.

Shutter Island es un Memento al revés, es decir, un Memento ordenadito de atrás para delante. Y aún así noquea con fuerza en el mismo lugar que la excelente película de Christopher Nolan. La comparación no es azarosa. Nolan es uno de los realizadores más a tener en cuenta en el recién estrenado siglo XXI, y ocupa en esta década el trono que ocuparon Coppola o Scorsese en los 70 y en los 80.

Shutter Island cuenta con un reparto de intérpretes dignos de mención, que secundan a un DiCaprio de rostro infantil, limitado por su talento, empequeñecido por el tamaño de los proyectos en los que trabaja, aunque cada vez más correcto. Acompañado por un Mark Ruffalo difuso y huidizo (¿intencionadamente?), una notable Michelle Williams, y los veteranos Ben Kingsley y Max Von Sydow.

El robaescenas de turno aquí se llama Ted Levine. El mismo Levine que se puso en la piel del Buffalo Bill de El silencio de los corderos tiene en Shutter Island una escena, como alcaide de la prisión, y cuidado, porque es solo una escena, no más, de vértigo. Un diálogo terrible con DiCaprio sobre la naturaleza humana, la maldad y la violencia. Levine está terrible en su agresividad contenida.

La música peca de obvia y subraya innecesariamente lo que la gramática del director de Taxi Driver remarca por sí sola. Y también se podía haber explotado más el género del terror. Pero la intensidad con la que Martin Scorsese y su equipo técnico ha dado vida a la novela de Dennis Lehane (autor de Mystic River y Gone Baby Gone) se convierte en un espectáculo cinematográfico brillante, aunque más misterioso que terrorífico.

La vuelta al calcetín. Renovado. Listo para ser lanzado a este nuevo Hollywood. Scorsese ahora sigue la pista de uno de sus alumnos aventajados, y su última película está sellada con la misma marca que pudiese llevar una producción de Nolan. Un guión potente cuya ambigüedad te obliga a perderte por su laberíntico rigor real, y más aún por su incipiente nudo de recovecos surrealistas, de pesadillas húmedas.

Con una puesta en escena que agarra a Leonardo DiCaprio en primer plano, y le castiga con contrapicados y cenitales. Es un film cargado de electricidad, alucinógeno, que mediante breves interrupciones de la narración presente (flashbacks y escenas oníricas) construye en paralelo los raíles que conducen hasta una (pen)última secuencia, que para algunos es demasiado explícita o explicativa, y sin embargo para otros (como para el que les escribe) es la enésima demostración del fascinante, sofisticado y turbador poder de atracción de Shutter Island.


jueves, 18 de marzo de 2010

Welles en Shutter Island


Ya lo demostró en la magnífica The Aviator (2004). Martin Scorsese está buscando a Orson Welles. Y lo ha vuelto a encontrar en Shutter Island. Leche para el NO TRESPASSING. Echemos un vistazo al otro lado de la verja.

jueves, 11 de marzo de 2010

El secreto de sus ojos (2009)

El cristal empañado


Las heridas que cicatrizan. Y las cicatrices. Las miradas que no van a ningún sitio. Y las miradas que abrasan. La de Ricardo Darín. Y la mirada de Ricardo Darín que se pierde en Soledad Villamil. Miradas de cine. Miradas que se pierden y sin embargo quedan grabadas en la pantalla.

A lo largo de su carrera, el guionista y director Juan José Campanella ha ido dando muestras de la maestría que atesora, pero la genialidad de El secreto de sus ojos desdobla la personalidad del cineasta, para encontrarse con Wong Kar-Wai o Park Chan-Wook. Los encuadres, la cámara que persigue y atosiga a la acción, el gusto por el detalle. Porque los esquemas del cine que se rompen con otros esquemas, también saben ser magistrales. El cine que calca una plantilla, y El secreto de sus ojos lo hace, también puede traspasar el papel.

El suspense, el drama, la comedia. El presente, el presente continuo, el pasado. Un guión magnífico no necesita encerrarse en un género. Las líneas de diálogo parecen escupidas con vicio y tango por cada uno de los espléndidos actores que se han comprometido con El secreto de sus ojos.

Y por si fuera poco, Campanella se apunta un último tanto, y nos regala el momento de cine más espectacular y memorable del año, un majestuoso plano-secuencia (necesariamente trucado) que parte desde la luna de Avellaneda para desembocar en una vibrante y eléctrica persecución en el estadio de fútbol del Racing. Piel de gallina. Gallina de boca abierta.


lunes, 1 de marzo de 2010

La mejor actriz del 2009

Charlotte Gainsbourg en Anticristo (2009) de Lars Von Trier

Tensa e intensa, necesaria e inabarcable, desgarradora, inolvidable, grabada a fuego, impresionante bajada a los infiernos de Charlotte Gainsbourg en la interpretación femenina del año (¿de la década?) en el Antichrist de Lars Von Trier. Probablemente ella ya haya sufrido bastante al cineasta danés y jamás volverán a trabajar juntos. Ni falta que hace. Salto al vacío sin red de una actriz entregada a su trabajo.

El hilo invisible (2017)

Para el chico hambriento El artista como loco déspota, la moda como vehículo de apariencias y el amor como enfermedad. ‘Phantom Th...