Vale. Wes Anderson sí es el raro de la clase. Este señor se ha tenido que comer muchas collejas de pequeño. Ahora, es el colmo del gafapasta y ha acabado conociendo a Natalie Portman. No sé cuál es la moraleja que podemos sacar de esto.
Wes Anderson se ha quedado completamente fuera de la línea que separa y define a los directores de cine en grados de prescindibles a imprescindibles, -una línea, por cierto, que bien podrían liderar precisamente dos Anderson a cada extremo: Paul W. S. Anderson (Alien vs. Predator) y Paul Thomas Anderson (There will be blood)-. Wes es un outsider del cine, de los más raros y peculiares del panorama estadounidense, y por lo tanto, está ajeno al debate de lo prescindible de sus películas.
Un señor con la soberbia y las agallas de proponer sus propias reglas del juego.
Un señor con la soberbia y las agallas de proponer sus propias reglas del juego.
2 comentarios:
El gafapasta que aparece y...desaparece.
jejejejjeje
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