David Lynch
M. Night Shyamalan
Roman Polanski
El cine ha esculpido una y otra vez sobre el rostro de la mujer hasta convertirlo en fetiche. Patricia Arquette en Lost Highway de David Lynch. Bryce Dallas Howard en La Joven del Agua de Night Shyamalan. Y Mia Farrow en La Semilla del Diablo de Roman Polanski. Aquí de nuevo tenemos a tres cineastas que han hecho del riesgo una virtud y del precipicio, una seña de identidad.