Irrational Man
Acabo de ver Irrational Man y me ha dado por pensar que en unos años volveremos a estas películas de Woody Allen que ahora llamamos menores para descubrir, de nuevo, lo imbéciles que somos. Será eso de que solo valoramos las cosas cuando las perdemos. Kubrick acabó haciendo una película cada diez años, multiplicando la expectación por cada uno de sus últimos trabajos. Pero Allen disfruta haciendo películas, es un anti-esnob cojonudo y va sin complejos por el mundo, así que estrena una cada año sin dárselas de nada. También he empezado a encontrar en esta desaliñada y descuidada puesta en escena con la que rueda Allen Irrational Man una autenticidad extraña, como arremangado y sin trucos de magia.