lunes, 10 de noviembre de 2008

Caperucito Obama

Caperucito Obama, la loba Palin, la abuelita y el cazador McCain


A pocos días de presenciar un acontecimiento de relevancia histórica, el alzamiento de Barack Obama como presidente de los EEUU, o lo que es lo mismo, un hombre negro al frente de la mayor potencia mundial, quedará en el tiempo del mismo modo que el último de los evangelistas, el primero de los faraones, el marinero que no creyó que la Tierra fuera plana, o el hombre que puso un pie en la Luna.

América, que en los últimos años no ha hecho sino reforzar la imagen que tiene de sí misma como la tierra de las oportunidades –ya lo decía Rocky– no ha dudado en ofrecer a una mujer, Hillary Clinton, la posibilidad de ser la candidata demócrata para las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos del 2008. De hecho, la esposa del ex-presidente Clinton era favorita hasta la caída en tromba de B. Obama, que dividió al partido demócrata, y aquello se transformó en una carrera de fondo entre una mujer blanca y un hombre negro por convertirse en el ¿hombre? más poderoso del mundo y mudarse a La Casa ¿Blanca?(hay veces que el lenguaje nos juega una mala pasada). Todo suena paradójico... y cruel. El caso es que en esa carrera a fondo, Obama acabó sacándole dos cuerpos de ventaja a Hillary y el resto es historia.


¿Los motivos? No cuestiono la capacidad de Obama como buen político y orador, pero es indudable que los motivos de su repentino éxito se deben a algo más que a lo estrictamente ideológico. Es su frescura, es su imagen –en parte también idealizada–, la imagen del cambio, the change que él mismo pronuncia y que se ha convertido en uno de sus lemas de campaña. O ese otro Yes, We Can que nos recuerda que Obama tiene mucho de predicador cristiano y tiene un éxito enorme en su parroquia. Porque Obama se confiesa creyente en Dios. No creo que los estadounidenses tengan problema alguno en optar por un presidente negro para su país, Morgan Freeman (y Denzel Washington, y Sydney Poitier..., y demás precedentes cinematográficos) tiene mucho que decir al respecto.

Y si esta historia ya tenía tintes de película de Hollywood, y de cuento de hadas con Obama disfrazado de Caperucita con la cesta bien cargada de una participación que podría ser histórica y que jamás llegará a manos de su abuela fallecida una semana antes; llega Sarah Palin como el aguerrido lobo que sopla para defender la casita de McCain. Para colmo alguien dice aquello de que hace unos cuantos años, cuando Barack Obama todavía era un niño que iba a la escuela primaria, le preguntaron qué le gustaría ser de mayor. Presidente de los Estados Unidos contestó el pequeño Barack. El resto es Historia. Así, en mayúsculas.

1 comentario:

AnaValiente dijo...

El resto es Historia. Así, en mayúsculas. jajaja, me gusta este desenlace.Da a entender algo como y aqui estoy yo, y lo demas no importa jajajajaj..

Qué decir del candidato republicano…Pobre McCain, ha tenido más popularidad su sucesora, que él. Si es que la flamante Sarah Palin ya lo dijo todo al afirmar que una de sus mayores aficiones en la vida eran las hamburguesas de alce. Sin palabras.
Y al gran protagonista yo le diría: Por favor Obama, saca a las tropas estadounidenses de Irak, o en su defecto, enseña en las escuelas donde está. (Irak, claro) Incorpora el país de los sueños al mundo y muestra a tus compatriotas que hay vida más allá del Atlántico, y que en España existe un presidente llamado Zapatero.

Tengo la convicción de que con la llegada de Obama a la Casa Blanca algo va a cambiar, el futuro pinta de otro color, nunca mejor dicho. O eso espero, ya que por suerte o por desgracia, lo que haga este país nos incumbe a todos. Y a ver si es verdad que Obama trae suerte al mundo, ya que Barack en árabe significa suerte, porque buena falta nos hace…
Algo asi escribi yo en mi redacción ...jajaaj, no llega a tus palabras, pero bueno lo intenta..jajaj
Buenas noxes y buena SUErte, Victor.

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