martes, 16 de diciembre de 2008

Quantum of Solace (2008)

Un petardo curioso


Ya sé que Casino Royale prometía una secuela a su medida, y ya sé que es mucho pedir, pero si cumplen dos claras premisas podrán disfrutar del nuevo Bond. No esperen en Quantum of Solace un guión cuidadísimo, no lo tiene. Tampoco esperen entender la trama a la perfección tal y como fue concebida, pues es casi imposible, se han pasado de listos. A pesar de los numerosos fallos, perceptibles sin esfuerzo, la película de Marc Foster no llega a disgustar, y tiene momentos casi vibrantes. Porque Quantum of Solace no es tan mala como nos quieren hacer creer, tan sólo es ligera y un pelín (bastante) descuidada. Tiene dos historias de amor, y no se esfuerza en prestar detalle a ninguna de ellas (la sombra de la irresistible Eva Green es alargada).



Comete un error considerable al convertir a James Bond en un héroe de acción veraniego, aunque Daniel Craig se confirma como el mejor Bond imaginable. No es que sea un actor formidable, pero Craig tiene lo que hay que tener para vestirse de Bond y llevarse todos los elogios. Dijo una vez Tarantino que una buena película de acción es aquella en la que después de verla el espectador deseara vestir como los protagonistas. Visto así no me sonrojo al decir que si bien su predecesora Casino Royale era excelente, Quantum of Solace al menos no es cine de mala calidad.

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