sábado, 25 de diciembre de 2010

Balada triste de trompeta (2010)

Exorcismo en el Valle de los Caídos

La prostituta que se escapó de la fiesta. El payaso que tenía miedo a los niños. Un payaso con un machete. La España de la transición en viñetas hipertróficas, de un extraño y ridículo surrealismo. España es ese lugar en el que nada sucede como cabría esperar. Un país en el que se envidia la felicidad de los demás.

Esperaba grandes cosas de Balada triste de trompeta, y Álex de la Iglesia me ha castigado por ello. Con un ritmo repulsivo a trompicones, a cañonazos sin engrasar. Con transiciones feas y torpes, con cortes a destiempo en la sala de edición. Es una película absolutamente antiacadémica, estando dirigida por el Director de la Academia. Algo así como matar dos pájaros de un tiro que sale por la culata. Si bien De la Iglesia viene de dirigir un thriller modélico y academicista fuera de España (Los crímenes de Oxford), aquí vuelca y da varias vueltas de campana en su película más brusca, agresiva, tosca e impaciente.

Precisamente esa impaciencia (como rasgo esencial que perseguía De la Iglesia) se convierte también en el gran defecto del film. La película sufre severos problemas de edición y montaje, algo que podría solucionarse con mayor metraje y atendiendo con más cuidado la pausa en la transición de escenas. Aunque del mismo modo, esa edición brusca y tosca se identifica con el periodo histórico que relata. Los acontecimientos se precipitan sin solución de continuidad, y con escasa probabilidad de éxito.


Las Dos Españas (encarnadas en una pareja de payasos irreconciliables) peleando a muerte por un disparate (una trapecista sin reparos), dispuestos a desfigurarse la cara para transformarse en aquello que más temen. Carlos Areces y Antonio de la Torre son el payaso triste y el payaso tonto de un circo de la España de la transición. Areces y De la Torre están descomunales, como si un santo hubiese bajado expresamente para inspirar sus trabajos.

La película más pseudogrotesca (en estética y planificación) del cine español en muchos años, es también la película que mejor desafía los complejos de nuestro cine en particular y de cualquier cine en general. Balada triste de trompeta podría haber sido la película más apasionada de la historia del cine. Y se ha quedado en la película más desquiciada del mundo. Y de Bilbao. Ahí es nada.


3 comentarios:

el caballero de la triste figura dijo...

Con tu primera entrada creía que ibas a ponerla peor, pero bueno, no tengo nada que añadirte.

P.D: No has mencionado la entrada, que me parece algo nunca visto aquí

Víctor E. Blanco dijo...

en un principio me decepcionó porq esperaba algo diferente a lo que me encontré, pero disfruté mucho viéndola, y me reí aun más

PD: ni los titulos de credito ni el arranque/prólogo me parecen especialmente impactantes, no sé qué demonios viste en ellos

el caballero de la triste figura dijo...

A mi me parece que da un ritmo bastante rápido para tratarse de un comienzo, pero me refería más, a que en el cine español no se ven escenas bélicas de ese tipo (y si las hay no las he visto)


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