Una máquina para volar
The Artist funciona mejor como un divertimento francés delicioso que como cine mainstream como ahora nos lo quieren vender los norteamericanos. Al margen del éxito que ha tenido y de todos los premios que logrará, The Artist es una película fabulosamente anticuada, rescatada de las ruinas del cine mudo y del blanco y negro. Además de ir a contracorriente The Artist es divertida y emocionante. No creo que sea la película del año pero desde luego es una rareza que funciona (y esto es realmente sorprendente) con una eficacia asombrosa. Por cierto, ¿de dónde han salido dos actores tan maravillosos como Jean Dujardin y Bérénice Bejo?
2 comentarios:
Háblanos del Duque...
Lo prometido es deuda, aqui estoy para ponerme al dia...
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