Estúpida alegoría sobre el capitalismo
Espantoso autobombo al tedio, a la metáfora ridícula. No hay nada auténtico en Cosmopolis. Ni tan siquiera en clave provocadora o satírica. Llevada en volandas por la literatura pedante y pretenciosa de Don DeLillo, actores impostados de renombre europeo como Juliette Binoche y Mathieu Amalric, y una pésima actuación de Robert Pattinson (curiosa forma de desmarcarse de Edward Cullen), Cosmopolis está lista para hacer oposiciones a la película más grimosa de la década.
2 comentarios:
La estrella esa es por educación ¿no? jaja
Sí. Jaja. Es que no tengo nada peor para ponerle.
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